CIUDAD DE MÉXICO, 15 Ene. 17 (ACI).- En la Misa celebrada durante la peregrinación anual de la Arquidiócesis de México a la Basílica de Guadalupe, el 14 de enero, el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera, pidió que la Constitución de Ciudad de México proteja la vida “en cualquier circunstancia”.
Actualmente, una Asamblea Constituyente debate el texto de la primera Constitución de Ciudad de México. Este documento será promulgado, a más tardar, a fines de enero de este año.
Hasta el momento, los diputados que defienden la vida han frenado que la Constitución incluya el falso derecho al aborto, pero no han conseguido que se incluya el derecho a la vida. Grupos de izquierda en la Asamblea han conseguido que se incluya la eutanasia y el mal llamado “matrimonio” homosexual.
En su homilía, el Cardenal Rivera exhortó a que así como Santa María de Guadalupe “en su vientre supo custodiar la vida de su Hijo, sea nuestra Constitución protectora de la vida en cualquier circunstancia”.
El Arzobispo de México pidió también que la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego “sigan intercediendo en favor de la maduración de nuestra fe y compromiso con la misión”.
“Ante el proceso de la nueva Constitución para nuestra Ciudad, dejémonos iluminar por nuestra Madre de Guadalupe. Como su manto es capaz de acogernos a todos, sea la Constitución reflejo del sentir de todos los habitantes”, pidió.
El Cardenal pidió también que la Constitución de Ciudad de México sepa “velar por todos nuestros enfermos, los pobres, los migrantes, los discriminados, los no nacidos, de los que viven en la miseria o sufriendo sin alguien que los consuele”.
El Arzobispo de México pidió que Santa María “bendiga todos los esfuerzos que hemos de seguir trabajando juntos en este proyecto de Constitución: a los constituyentes, organizaciones, políticos, sociedad civil en todas sus iniciativas de participación ciudadana en busca del bien común”.
El Cardenal Rivera señaló además que “los signos de los tiempos que vivimos nos urgen a que nuestro plan pastoral, la Misión Permanente en la Ciudad, signifique verdadera cercanía con los que sufren pobreza y marginación mediante actitudes samaritanas”.
“Debemos aportar actitudes de esperanza al ambiente social de nuestra urbe, generando acciones que sean signo de humanidad, de solidaridad, para colaborar en reconstruir el tejido de unidad y confianza entre todos los habitantes de la Ciudad de México”.
“Para que el testimonio de misericordia tenga la fuerza evangélica debe estar acompañado de una gran disposición para hacer realidad la vivencia de comunión, pues estamos llamados a ser el Cuerpo de Cristo”, dijo.
El Arzobispo alentó también “a todos los bautizados, especialmente a los laicos, a sentirse privilegiados por la elección del Señor y estar dispuestos a comprometerse con generosidad en la tarea evangelizadora”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 23 de noviembre de 2016
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